Se trata de un proceso que encabeza el Centro de Derechos Reproductivos de la entidad, según reportó la cadena NBC.

De acuerdo con la legislación local, la interrupción del embarazo está permitida únicamente en caso de que la vida de la madre esté en peligro, una de las medidas más restrictivas en Estados Unidos.

Sin embargo, la medida no está claramente definida.

Entre las afectadas, destaca el caso de una mujer que siguió avanzando su embarazo, a pesar de que el feto tenía una malformación en el cráneo.

Esto, según los médicos que la atendían, le daban un pronóstico muy desfavorable al bebé después de nacido.

Otra empezó a experimentar síntomas que ponían en peligro su vida.

Sin embargo, nadie quería interrumpir su embarazo  “hasta que estuviera realmente enferma”.

En marzo pasado, comenzó el proceso judicial, con un grupo de sólo cinco mujeres. Sin embargo, cada vez más se han sumado a este proceso judicial.

En la medida en que las prohibiciones del aborto en Texas impiden que se practique un aborto a personas embarazadas para tratar afecciones médicas que ponen en peligro la vida de la persona embarazada o suponen un riesgo importante para su salud”, detalló la demanda.

De acuerdo con la cadena CNN, los demandados son el estado de Texas; el fiscal general local, Ken Paxton; la Junta Médica de Texas y su director ejecutivo, Stephen Brint Carlton.

Los médicos que realizan abortos se exponen a multas de 100 mil dólares.

Casi todos las demandantes cuentan las mismas historias sobre cómo sus médicos les dicen: si no fuera por esta ley, te haría sun aborto ahora mismo”, dijo a la agencia AP Molly Duane, abogada del caso.