Nunca en la historia México estuvo tan cerca de alcanzar un  primer escenario en el beisbol internacional como anoche, cuando Japón vino de atrás en el noveno inning para anotar un par de carreras que les dieron el triunfo y su pase a la final del torneo más importante a nivel de selecciones.

Los peloteros mexicanos terminaron la mejor participación en su historia ( tercer lugar) con el sabor de la derrota en la boca y la impotencia de ver a los nipones celebrar una victoria que parecía tricolor.

Las sonrisas de los connacionales en las tribunas del Loan Depot Park se desencajaron cuando con corredores en la segunda y primera almohadilla, Munetaka Murakami, quien fue ganador de la triple corona de bateo la temporada pasada en Japón, conectó un doblete al cerrador sonorense Giovanny Gallegos para darle la vuelta al juego y dejar tendido sobre el terreno al equipo mexicano.

En los primeros cuatro juegos, Murakami no estuvo a la altura de su reputación, pero terminó por escribir un final feliz en las semifinales del Clásico Mundial.